Volume 8, N. 1.
Buenas Prácticas en Educación Infantil
Es bastante probable que el hecho de hablar de “buenas prácticas educativas” en la Educación Infantil resulte, a la vez, tan imprescindible como poco clarificador. Es lo que tiene introducir el calificativo de “bueno”. Resulta útil, pero nunca ha funcionado demasiado bien: buena persona, buen marido, buen ciudadano, buena madre, buena bióloga, buena deportista, buena profesora. La idea de bueno se construye con recursos y prácticas tan variadas que, al final, nos ayuda poco a concretar y diferenciar lo bueno de lo menos bueno. Si todo puede ser bueno, según quien lo mire; o, si nada llega a ser lo suficientemente bueno porque siempre po- dría hacerse mejor, en ambos casos avanzamos poco.